Me considero una persona rencorosa, si, sé que es una afirmación
un poco extraña, pero, ¿Por qué negar la evidencia?
El rencor no es nada bueno, no nos engañemos, a mí,
personalmente me encantaría ser una de esas personas que dicen “No pasa nada” y
es cierto que no pasa nada. Pero no, si pasa, ha pasado y, durante un tiempo, está
ahí, presente, latente e hiriente.
Yo no sé si vosotros sois o no rencorosos, espero que no lo seáis,
pero los que lo sois, como yo, sabréis que, si algo te ha hecho daño, aunque
perdones al ejecutor, ese dolor está ahí, un perdón reconforta y gusta, no digo
que no, pero a veces, la única forma de dejar que ese dolor pase es esperar. El
tiempo cura heridas y hace que todo se ponga en su lugar.
Las personas que sufren nuestro rencor a veces no se dan
cuenta de este sentimiento, depende de lo observadoras que sean o de lo que nos
conozcan y se lo toman como algo personal, que lo es, no lo voy a negar, pero pasaría
igual con otra persona pero intentan, a veces, volver demasiado rápido al
momento anterior a la herida. Gran error. Al rencoroso no le gusta el agobio,
el rencor pasa, al final siempre pasa, puede tardar más o menos, pero pasa.
El periodo de tiempo en que el rencor esta activo es muy
delicado, si el hiriente es demasiado efusivo, puede volverse pesado y hacer
que el rencoroso se agobie y tarde más en cicatrizar, pero si pasa olímpicamente,
el rencoroso aprende, irremediablemente, a vivir con ese rencor, a convencerse
de que ese rencor es lo mejor, a dormir con el rencor, substituir al hiriente
por el rencor que este ha producido y así, engañarse a sí mismo.
Desde aquí no apoyo el rencor, simplemente es una sensación normal
entre humanos. Hay gente que no lo es, felicidades, pero los que si lo somos,
no tenemos porque esconderlo, no es una vergüenza, es una cosa normal. A parte,
no todo es negativo, el rencor puede ayudar a ver las cosas desde otra
perspectiva y cambiar hábitos que creíamos que eran buenos y no lo son y, no lo
voy a negar, para apartar de nuestras vidas a gente que no nos conviene, el
rencor es una forma más elegante que la explosión de ira incontrolada y dañina
tan normal hoy en día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario